Coches, aceite y tetas… ¿Quién dijo clichés?

Haciendo zapping el sábado por la mañana, que ya hay que tener valor, me topo con el programa “más que coches”, repetición de la noche anterior. Cual fue mi sorpresa al ver que quien presentaba este espacio era una rubia exuberante con sonrisa y tetas sugerentes, soltando frases como: “aceleradores a fondo, penetramos en los boxes de la firma X (opsss)” para anunciar el siguiente reportaje, todo eso en una postura que deja poco lugar a equivocaciones: es un programa para tíos. Me estoy imaginando a millones de solteros (o no), el viernes por la noche, con sus cervezas y su rollo de papel higiénico a tiro de mano, flipándolo con tener el coche estrella del programa, con la tía esa en pelotas en el asiento del pasajero, o mejor aún, en el de atrás o directamente en el capó, en posición “tómame-ahora” y con manchas de aceite en la cara para parecer más sucia y juguetona. El dialogo entre ambos sería mas bien escueto: ella le susurraría que le pone un montonazo que su “chorbo” sepa cambiar las bujías de su “bugga” (la rubia tonta en toda su esplendor, de todas formas, no se le pide tener cerebro), mientras él, enseñando pecho-lobo (el tampoco tiene cerebro pero se imaginaría buenísimo… después de todo, estamos soñando aquí) le manosearía el culo, sugiriendo que su propia bujía necesita lubricación inmediata. Todo eso en un ambiente tunero, con reaggeton como música de fondo. Siento desvariar… ¡si es que me lo ponen a huevo!
No se qué es mas patético, que hayan directores de programas que permitan (o peor aún, que busquen) semejantes avalanchas de clichés, o que hayan tíos como los que acabo de describir, obligados a recurrir a este tipo de programa para tener vida sexual.
Al final, los coches importan poco. Lo que sí importa, es la vida que uno se puede imaginar viendo ese tipo de programa… que soñar es gratis.
¿Qué pensará Carlos Sainz? Pues, ¡que vivan las pajas... mentales!